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LA INTERNACIONAL LETRISTA

"Los letristas presentes en la reunión del 26 de setiembre han adoptado conjuntamente las soluciones que aquí se transcriben para los diversos problemas del urbanismo que habían surgido por azar en el debate. Los letristas querían llamar la atención sobre el hecho que se había considerado ningún aspecto negativo a las construcciones, ya que las operaciones de quitar la ruina del terreno parecían para todos el asunto más urgente.

Abrir el metro de noche, después de que haya pasado el último tren y mantener los pasillos y la vías mal iluminadas con luces intermitentes débiles.

 

Abrir el acceso a los tejados de París para poder pasear por encima de las casas, remodelando las escaleras de incendios y creando pasarelas donde sean necesarias.

 

Dejar los parques públicos abiertos de noche y sin luz (en alguno de los casos se puede permitir una iluminación débil constante, justificada por consideraciones psicogeográficas).

 

Dotar las farolas de todas las calles de interruptores, para que el público pueda controlar la iluminación.

 

En cuanto a las iglesias, se han propuesto cuatro soluciones diferentes, todas defendibles hasta que se tome una decisión por medio de la experimentación, que permita un triunfo rápido de la mejora:

G.E.Debord se declara partidario e la destrucción total de los edificios religiosos de todas las confesiones, y de no dejar ningún rastro, para que el espacio liberado sea utilizado.

Gil J.Wolman propone mantenerlos, pero desproveniéndolas de cualquier contenido religioso. Propone tratarlos como edificios corrientes donde los niños puedan jugar.

dMichèle Bernstein pide que las iglesias sean destruidas parcialmente, de forma que las ruinas subsistentes no dejen ningún indicio de su primera finalidad (por ejemplo, la tour Jacques o el Boulevard Sebastopol). La solución perfecta consistiría en arrasar completamente la iglesia y reconstruir ruinas en su lugar. La elección de la primera propuesta es debida solo a razones de carácter económico.

Finalmente, Jaques Fillon quiere transformar las iglesias en casas de los horrores. (Utilizar sus atmósfera actual y acentuar la sensación de pánico que producen.)

 

Todo el mundo esta de acuerdo en rechazar la objeción estética, a hacer callar a los admiradores del pórtico de Chartres. La belleza, cuando no se tata e una promesa de felicidad, ha e ser destruida, porque no hay nada que represente mejor la infelicidad que este tipo de monumentos erigidos a todo eso que aun no se ha podido ser dominado en el mundo, el gran espacio inhumano de la vida.

 

Mantener las estaciones de tren en su estrado actual. Su fealdad conmovedora refuerza el clima de transitoriedad producido por el ligero encanto de estos edificios. Para favorecer la deriva, Gil J Wolman reivindica que se supriman o que se falsifiquen arbitrariamente todas las indicaciones relativas a las salidas, destinaciones, horarios, etc. Después de un vivido debate, la oposición generada renuncia a sus tesis, motivo por el cual el proyecto se aprueba sin reservas. También se propone acentuar el ambiente sonoro de las estaciones por medio de la difusión de grabaciones de muchas otras estaciones, así como de algunos piertos.

 

Supresión de cementerios. Destrucción total de los cadáveres, de las cenizas y de los vestigios de este tipo de recuerdos. 8Hace falta llamar la atención sobre la propaganda reaccionaria representada por esa supervivencia repugnante de una pasado alienado, por la automática asociación de ideas que produce. Es posible visitar un cementerio sin pensar en Mauriac, en Gide o en Edgar Faure?).

 

Abolición de los museos y distribución de las obras de arte por los bares (la obra de Phillipe de champaigne en los cafés árabes de la Rue Xavier-privas; La Coronación , de David, en el “Tonneau” de la Montagne-Geneviène).

 

Acceso libre ilimitado para todo el mundo a las prisiones, con posibilidad de realizar una estancia turística, sin discriminación entre visitantes y reclusos. (Para aumentar el sentido del humor en la vida, los visitantes, escogidos por sorteo doce veces al año, podrán ser arrestados y condenados a una pena real. Además ara dejar vía libre a los imbéciles que necesitan correr riesgos interesantes: per ejemplo, los espeleólogos del día de hoy, y todos aquellos con una necesidad de jugar que se conforme con imitaciones tan pobres).

 

Aquellos monumen5os tan feos de los que no se pueda sacar provecho (como el Petit o el Grand Palais) tendrán que dejar paso a otro tipo de construcciones.

 

Se deben retirar las estatuas con significados obsoletos, todas aquellas estatuas cuyas innovaciones estéticas han sido condenadas por la historia, incluso antes de ser emplazadas. También podría alargarse de manera útil la vida de las estatuas, durante  los últimos años, si e cambiaran los títulos y las inscripciones el pedestal, sea en un sentido político (EL TIGRE LLAMADO CLEMENCEAU, en los Champs-Elysées), sea en un sentido desorientador (HOMENAJE DIALECTICO A LA FIEBRE Y A LA QUINA, en la intersección del Boulevard Michel y de la Rue Comte; LAS GRANDES PROFUNDIDADES, en la explanada de la Ile de la Cité).

 

Poner fin a la cretinización del público debido al nombre actual de las calles. Hacer desaparecer los regidores municipales, los de la oposición, los Émile y los Édouard (55 calles en todo París), los Bugeaud, los Gallifet i, en general, todos los nombres repugnantes (Rue de l’Evangile).

 

En cuanto a esto, resulta más válida que nunca el grito que se hace desde el número 9 de Potlach a la no aceptación de la palabra saint en la denominación de lugares."

 

 

 

Propuestas para racionalmente mejorar la ciudad de París,

la Internacional Letrista, 1955

PROPOSALS FOR RATIONALLY IMPROVING THE CITY OF PARIS

Texto completo de la Internacional Letrista, 1955

inglés

 

 

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PROPUESTAS PARA RACIONALMENTE MEJORAR LA CIUDAD DE PARÍS. 1955

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